Tuesday, July 25, 2006

Hay estadísticas para celebrar cada día, sobre todo las que invierten probabilidades negativas.
Hay trenes que pasan sólo una vez y esos son los que no se pueden quedar sin coger. El mismo tren tiempo después puede estar cerrado. A veces lo sabes y a la carrera quieres cogerlos pero te pisan los dedos cuando intentas subirte. Y caes. Y las piedras se clavan en la espalda como puñales. A veces eres el tren y quieres parar en muchas estaciones y ralentizas la marcha y miras el andén, pero nadie se atreve subir.
A veces los viajes son desencuentros o breves reflejos de travesías que se recorrieron mirando al suelo.
Pero la inmensa mayoría de las veces, los viajes son el gran bálsamo para quien comprende demasiado bien la realidad.

Monday, July 17, 2006

No hay ninguna luna que ilumine lo suficiente una noche como para cabalgar desnuda sin temor a ser vista. No hay ninguna razón para cabalgar desnuda sin querer ser vista. Correr por el bosque y oler la hierba mojada, ser una alimaña y cazar lejos de la gran ciudad. Cazar belleza no cautiva y la magia de los seres ermitaños y de los lugares a penas visitados . Voy echando de menos los bosques, será porque aquí todo se va volviendo gris aunque sean grises multicolores. Será ese asfalto y cemento interminables que nos envuelven. Será porque de vez en cuando hasta el desierto se da un festín y se convierte en un vergel por unos breves días. Será porque todos somos, quizás, depredadores de lo bello aunque no nos atrevamos a tocarlo.

Sunday, July 09, 2006

DESIERTO VIII

La calma zen y la guerrera luchan por coexistir. Y coexisten y a veces es difícil conciliarlas. Las llamas permanecen como permanecen las madrugadas con el consuelo de que la luz, alguna luz, moldeará un nuevo amanecer cómo lo fue en tiempos lejanos; cómo el desierto construye y destruye dunas.

Thursday, July 06, 2006

Caundo todo está oscuro siempre veo una luz. Cuando las lágrimas no me dejan ver la estrellas encuentro la forma de secarlas rapidamente. Cuando son tus propios padres los que lanzan los cuchillos más afilados me curo los cortes rápido para que las heridas profundas no se abran de nuevo.
Y podría decir que corro el riesgo de morir a oscuras, desangrada en un charco de agua salada. Pero me niego. Porque...
La belleza puede brotar en cualquier lugar. En las manos de una pianista de catorce años o en la sonrisa de un viejo de ochenta. La belleza puede esconderse en cualquier rincón y asaltarte despertando una sonrisa en el farragoso camino de la sórdida maleza entre la que se esconden algunos recuerdos. La belleza puede ponerte frente a la vida y hacerte descubrir que algunos dolores no son más que trastos inutiles.

Tuesday, July 04, 2006

A veces me despierto de madrugada empapada en sudor. A veces echo de menos que ese sudor no sea el mío.