Porque los desiertos son libres.
Libres para arrasarte o para consolarte. Porque agitar un frasco de arena sólo es una vana ilusión, una caricatura para alguien que ha vivido intensamente, para alguien que ha sabido saborear la vida con toda su emoción , toda su felicidad y a veces todo su dolor.
Porque sólo sobrevive féliz en el desierto quien a aprendido a vivir con la desnudez propia porque todas las ideas sencillas vuelven y sino vuelven la vida queda atrapada en un frasco de cristal que otros agitan para ver como cambia el color de la arena de sal. Porque el descubrir las maravillas de lo bello sólo es privilegio de unos pocos y ella sabe porqué.