Rachmaninov era un visionario de futuro. El sabía que su música llegaría muy lejos y a mucha gente... y seguro que preveía los problemas de aparcamiento de las grandes urbes. Estoy segura que por ello decidió componer maravillosos conciertos para piano; para relajar esa busqueda incesante, para hacer del conducir por la gran ciudad un placer. El sabía que podía hacer una labor social... Él era un romántico.
Después de tres cuartos de hora dando vueltas y aguantando cuchilladas de otros amables conductores encontré un sitio para aparcar, a doscientos metros de casa y lo ignoré, demasido lejos... Rachmi empecemos de nuevo, la noche es joven. Ese coche de la puerta de casa tarde o temprano tendrá que irse. Tú, Rachmi, tócala otra vez.
Kurt Cobain también era un visionario, pero que dé gracias el excelentísimo ayuntamiento de esta villa y sus parquímetros a que no tengo el CD en el cargador del coche porque sino...