¿Y qué le respondo yo al mundo? Más con los brazos abiertos callo, y espero una bofetada de vida que le de por brillar al más puro estilo de la belleza que siempre es una rebelde y sale por donde le da la gana y a veces me atrapa y a veces entre las yemas de los dedos quema y se escapa. Pero nunca dejes de buscar la belleza en el brillo de mil estrellas muertas reflejado en las pupilas de quien creyó en el deseo fugaz de una estrella venida del incorruptible Olimpo de las ideas.