Al viento. Con el caos agarrado a las venas. Me monto en el caballito del tiovivo y saludo con una mano al universo mientras subo y bajo. Porque un día nos compilaremos todos en un agujero negro hasta llegar a ser la canica que se cae por los pozos del tiempo... Y entonces reventaremos para encontrarnos en un nuevo caos de millones de átomos esparcidos jugando a la atracción de los polos infinitos.
A veces dejo que el caos me inunde y me reordene el mundo.
A veces dejo que el caos me inunde y me reordene el mundo.