Tuesday, October 09, 2007

Como siempre la noche asalta con su oscuridad despiadada. Cómo la fe. Porque todas las creencias nacen en la oscuridad y la fe en ellas es sólo el intento de iluminarlas. Y perder la fe es arriesgarse a que una sombra te recorra la mirada, porque creer sólo en uno mismo es el premio de consolación de los más cobardes.