DE VUELTA A LA CIVILIZACIÓN
Algo me está pasando. Ayer fui a un megacentro comercial a comprar y no encontré nada, y casi nada de lo que necesitaba tampoco. No encontraba las cosas, me mareé dando vueltas, no recuerdo la última vez que fuí sola a un megacentro de comida y otros bienes. Será porque antes nunca venía sola o porque cada día me convierto más en alimaña. A lo mejor simplemente soy un desastre. Sólo quería unos guantes de cuero negro finitos, cinco metros de cordino y unos pulpos negros o verdes... No era tanto pedir. Luego visite otro superfashioncentro con miles de tiendas en busca de una amiga y me llevo una hora encontrar su tienda y otro rato encontrarla a ella. No estoy hecha para esto, definitivamente, no. Vuelta a casa; se hizo de noche y entonces descubrí que no sabía poner las luces de cruce de mi coche. Tuve que parar y buscar en el manual de instrucciones del coche con ayuda de mi amiga. Diez minutos después conseguí averiguarlo, menos mal que no entra esto en el psicotécnico.
Esta mañana he ido a ver la media maratón de Madrid, una buena amiga corría en ella. Menos mal que es de las mejores corredoras de España, y se la ve bien prontito y destacada, sino no la hubiese encontrado con lo desastre que soy como animal urbano... bueno siempre cabía la esperanza de que me encontrase ella a mi.
Al menos antes, cuando no hacía las cosas sola, sólo era medio desastre, el otro medio quedaba disimulado :-)
He desistido con las compras, definitivamente cada vez soy menos urbanita, será que el desierto crece en mi.
Para que luego digan que somos animales sociales.