La luna se apaga con los días, el fuego crece desde las entrañas del desierto. Éste desierto quema, construye paz en mi mientras construyo vacio con el que lleno los recovecos del alma. La belleza se respira y a veces es traidora como la felicidad extrema que nunca se queda porque arrasa como el fuego acaba con la paja. Preparando la pirueta hacia la caída infinita cuando el universo ha dejado de hacerme las cuentas. Construyo el vacio por donde me caeré como una cascada.