El viento, la arena, mis icónocos, mi desierto...
La paz de las dunas, la mujer de arena deconstruyendose en una pirueta infinita y construyéndose en remolinos de emociones salvajes. Mirando el ocaso con la libertad propia de quien no viaja hacia ningun parte.
Pero la libertad, como la noche en el desierto, es una amiga traicionera que no entiende de paz.
Seré desierto.
La paz de las dunas, la mujer de arena deconstruyendose en una pirueta infinita y construyéndose en remolinos de emociones salvajes. Mirando el ocaso con la libertad propia de quien no viaja hacia ningun parte.
Pero la libertad, como la noche en el desierto, es una amiga traicionera que no entiende de paz.
Seré desierto.