El verano azotado por los látigos del sol hace resurgir el fulgor de las dunas... Lugares que permanecen impasibles en el recuerdo. El poder de la imagen, del desierto rojo. Recuerdos y calma. Pero el desierto llora cuando lo convierten en mono de feria y lo contemplan como si fuese un simple vacio... Tormentos en mitad de la belleza.