Cuando toda la poesía se queda corta...
Cuando los desiertos sobreviven con el recuerdo de las flores, de verse florecidos...
Veo el ojo del universo alzarse naranja y poderoso y en su inmensidad se intuyen las cenizas del fuego ardiendo millones de años. Éste sabio ciego que nos mira sin pupila sabe como colgar una sonrisa un lunes y espantar las tormentas de arena.
Probablemente hasta el desierto, mi desierto, agradezca que salga el sol.